La conjuntivitis bacteriana consiste en la inflamación de la conjuntiva (tejido normalmente transparente que recubre la parte blanca del ojo) motivado a la infección de la misma por bacterias.
La conjuntivitis bacteriana aguda es una enfermedad menor de las más comunes. Si bien es autolimitante, suele tratarse empíricamente con antibióticos tópicos, a fin de abreviar su curso y limitar las complicaciones y la infección.
Los gérmenes más frecuentes son los propios de los párpados y anexos entre ellos estafilococo, estreptococos y en preescolares el Haemophilus influenzae (anteriormente llamado bacilo de Pfeiffer o Bacillus influenzae).
En algunos casos puede ir asociada a otitis o cuadros respiratorios superiores.