En niños es prácticamente imposible establecer el estado refractivo (necesidad de lentes) sin la colocación de medicamentos que dilatan la pupila y paralizan el mecanismo de enfoque del ojo.
Este procedimiento se repetirá cada año o cuando se requiera una nueva fórmula de lentes.
En niños colaboradores lo realiza el especialista colocando primero una gota de Proparacaina que anestesia el ojo de tal manera que las siguientes gotas no producen ardor o lagrimeo.
A continuación colocamos Ciclopentolato, Tropicamida y Fenilefrina en diferentes dosis, dependiendo de la edad del niño.
La seguridad de estos medicamentos es muy alta, pero en niños pequeños pueden causar enrojecimiento de la cara, nauseas y muy raramente vómitos u otros síntomas.
Ocasionalmente solicitamos al técnico que coloque las gotas de dilatación del ojo, eso dependerá de la colaboración del niño.
Los niños entre 1.5 y 3 años ocasionalmente ofrecen resistencia a su colocación. Niños más grandes o pequeños generalmente colaboran y no es traumático.
Imágenes de dilatación pupilar en niños (verbales y preverbales)