Es la inflamación de la conjuntiva por un proceso infeccioso o tóxico en un recién nacido (menor a un mes).
Por lo débil del sistema inmune del niño debe consultarse, tomarse muestras y tratarse tempranamente.
Algunas bacterias pueden ser tan agresivas que potencialmente podrían alcanzar la parte interna del ojo y comprometer la visión, estos gérmenes son poco frecuentes y generalmente se contagian mediante el mecanismo del parto por la vía vaginal.
Su tratamiento varía según el agente etiológico.