Es una desviación del ojo hacia adentro que se produce cuando el ojo tiene una lesión que impide una visión normal. Es variable en el tiempo y tiende a aumentar con la edad. El tratamiento inicial es eliminar la causa de la mala visión o mejorar la misma. Su tratamiento es quirúrgico una vez que resulte estéticamente inaceptable para el niño, paciente o sus padres.